Diario de Canarias
Periodismo informativo
S/C de Tenerife © 2017
Tiempos de Incertidumbre. Jesús Caralt

Tras los acontecimientos mundiales de los últimos meses al ciudadano de a pie se nos plantean demasiadas dudas y muy pocas respuestas.
Con la llegada de el Sr. Trump a la presidencia de los EEUU hemos sacado toda nuestra conciencia reivindicativa, invocando toda la moral y ética que presumimos de tener. Una conciencia de diferencias, contradicciones y demagogias. Hemos visto como los mandatarios Europeos ponen su grito en el cielo y reclaman más justicia para una población estadounidanse que ve a Europa como un continente obsoleto y retrogrado del que poco o nada hay que salvar, aún así, nosotros salimos en defensa de los derechos humanos de un pais que durante toda su historia , lo menos que ha tenido, es respeto por los derechos humanos. Recordemos que el señor Obama llevaba en su programa el cierre inminente de Guantánamo, y todo el mundo se enorgullecio de un presidente diferente y progresista, que prometia un cambio mundial hacia la paz y la confraternización. Lo que nos demostro esta etapa de gobierno no fue otra cosa que las ganas que pueden haber de hacer las cosas y lo poco que esta el ser humano predispuesto a prescindir de nuestras comodidades y seguridad.
Hoy, nuestra seguridad está em entredicho y con ello nuestras comodidades, que muchas veces no son otras que la libertad. Esa libertad que profanamos al promulgar que se debe prohibir a Trump gobernar, ya que con esto fomentamos más aun las diferencias y eso es lo menos que necesita hoy en dia nuestro mundo. Si en algo no estamos de acuerdo debemos ser lo suficientemente democratas y civilizados como para cambiar las cosas desde dentro y no fomentando la violencia , el odio y la demagogia. Al fin y al cabo la democracia no es otra cosa que el buen uso de la razón por el bien común y los enfrentamientos no son bien de nadie.